El campo y el gobierno

El conflicto ya impacta en los precios y hay mayor escasez en las góndolas.

1- El efecto inflacionario

El paro de las entidades rurales está dando un impulso mayor a los precios de la canasta básica, que ya venía con una suba importante desde que comenzó marzo. Los aumentos más notorios se dieron en la carne, el pollo y los huevos.

2- Demoras en el transporte

Los cortes de caminos ya tuvieron consecuencias notorias en la logística de las empresas y en el transporte de pasajeros.

3- Faltantes en los comercios

La protesta del campo se hizo visible en los comercios, donde escasean la carne y, en menor medida, los lácteos.

4- Recortes de empleo

El aviso más dramático sobre los efectos de la huelga en la industria partió de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), que advirtió que "miles de trabajadores serán suspendidos" por la "falta de insumos básicos".

5- Exportaciones y buques parados

Las exportaciones que no se pudieron realizar desde que comenzaron las protestas llegaron a las dos millones de toneladas. Si bien esos envíos se realizarían más tarde, el retraso tiene un alto costo por los buques que se quedan parados.

En mi opinión, el conflicto entre el campo y el gobierno era de esperarse. El campo es el principal motor de nuestro país, y era de suponer esta reacción por parte de los dirigentes de éste sector. Es incoherente que el gobierno le retengar casi la mitad de sus ingresos sabiendo los costos que tienen éstos para producir, y siendo evidente que las retenciones van para el gobierno y no para el campo ni ningun otro sector de la economía. El efecto inflacionario es obvio ya que al haber desabastecimiento los precios suben sin control alguno.